Este cambio se debe, en parte, a la reducción del precio medio -que bajó un 3,7 % hasta situarse en los 2,89 euros por litro-, en un año que destaca por “la fuerte caída” de precios para la categoría aceite y en todos los canales de distribución, a excepción del e-commerce y de la tienda tradicional.
En el caso del aceite de oliva, el precio medio ha caído un 6,7 %, hasta los 3,48 euros por litro; y el del aceite de oliva virgen, un -4,9 % (hasta los 3,79 euros).
Tras los aceites de oliva, figura el de girasol, con un porcentaje del 31,6 % sobre el total de litros de aceite que compran las familias españolas.
Al contrario de lo que ocurre en el conjunto de la compra (en el que prima el supermercado), es el hipermercado el canal que mejor evoluciona (+13,4 %) para adquirir aceites, y son los establecimientos donde se compra casi uno de cada cuatro litros de aceite.
En cuanto al perfil del “comprador de aceite”, el informe resalta que el 65,9 % de los litros los adquirieron hogares cuyo responsable de adquirirlo es mayor de 50 años; de hecho, los “retirados” compran 21 litros por persona y año (10 litros más que la media nacional).
Y por comunidades, es Galicia, con 18,09 litros por persona y año, la que más supera la media de consumo de aceite.