La nueva tienda, que abrirá sus puertas al público el próximo viernes, dispone de una superficie de 250 metros cuadrados (más otros 100 destinados al obrador) en un desarrollo comercial recién estrenado junto a la estación de Futako Tamagawa, zona residencial de renombre situada a orillas del río Tama, en el oeste de Tokio.

El establecimiento contará con cafetería y cuatro secciones en las que adquirir productos de pastelería, panadería, especialidades culinarias (desde patatas al ali-oli hasta tortilla española) y jamones, quesos o patés españoles.

El aterrizaje de Mallorca -que abrió su primer horno en Madrid en 1931- en Japón se produce de la mano de un socio local, el empresario Keigo Tashiro, que cuenta con varios restaurantes de cocina española en Japón.

Tashiro quedó prendado en una visita a Madrid por el producto y el concepto de Mallorca, que posee 15 establecimientos en la capital de España.

Miguel Moreno, co-propietario y responsable de producción de Pastelerías Mallorca, y el inversor japonés Keigo Tashiro.

"Consideró que era la empresa ideal para traer a Japón. Hasta ahora nos habían ofrecido tener espacios dentro de establecimientos más grandes en el extranjero, pero la idea no nos convencía", cuenta a Efe el máximo responsable de Mallorca, Miguel Moreno.

El proyecto de Tashiro convenció a la cadena madrileña y el establecimiento tokiota será finalmente su primer operación fuera de España.

Además de introducir en el mercado nipón sus variedades de ensaimada mallorquina, el producto más simbólico de la compañía familiar, Mallorca llega con intención de que el bocadillo protagonice una nueva revolución gastronómica en Japón.

"En un momento en el que sube el consumo de pan y bollería en Japón, el bocadillo puede ser el nuevo producto estrella en este país en menos tiempo de lo que pensamos y nosotros queremos participar en este crecimiento", explicó Moreno.